LA EMPRESA GERARDO DE LA CALLE DESTRUYE EL MEDIO AMBIENTE EN BURGOS
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- Categoría: Denuncia ecológica
- Publicado el Viernes, 10 Diciembre 2010 09:48
- Escrito por Mariano Herrero
En el verano de 2009, la empresa Gerardo de la Calle ubicada en ARANDA DE DUERO (Burgos), para extraer la grava, evacuó decenas de miles de metros cúbicos de agua al arroyo que desemboca en el río Duero, incluso limpiándolo para conducir más caudal, lo que es su forma habitual de actuar. A los 15 días de esto, las encinas grandes y centenarias, cercanas al lugar de los hechos, del MONTECILLO, monte de encinas en el término municipal de Villalba de Duero, a unos 5 km de Aranda de Duero, empezaron a cambiar de color y a secarse.
A primeros de septiembre, uno de los afectados, ni corto ni perezoso, contrató a una empresa especializada de ingenieros para realizar un estudio de lo sucedido.
La inspección se realiza el miércoles 2 de septiembre por un ingeniero técnico agrícola de la empresa y el estudio de fecha 7 de septiembre de 2009 entre otras cosas, dice lo siguiente:
“Llama la atención un grupo de encinas localizadas en el extremo de la zona arbórea que se encuentran muy verdes y que son contiguas al aliviadero del canal de riego, lo que hace pensar que se alimentan de las aguas de riego excedentes que se vierten al arroyo cercano.
Si observamos la masa arbórea, a partir de estas encinas verdes se encuentran las encinas secas, y conforme nos alejamos hacia el oeste y sudoeste van disminuyendo los síntomas de sequía.
CONCLUSIONES:
La encina es una especie de crecimiento lento, capaz de soportar condiciones de sequía y altas temperaturas que caracterizan al clima semiárido del sur de España.
Por el número de ejemplares secos o parcialmente secos de la parcela estudiada, y si tenemos en cuenta el estado de las parcelas colindantes y entorno, se deduce que LAS ENCINAS SE HAN SECADO DEBIDO A UNA BAJADA DRÁSTICA y SUSTANCIAL DEL NIVEL FREÁTICO DEL SUELO, quedando las raíces más activas, sin capacidad de reacción para adaptarse y desarrollar raíces en una zona más profunda y con humedad suficiente.“
De dicho informe se deduce que la bajada drástica (según el diccionario que actúa rápida y violentamente) no tiene nada que ver con la sequía del verano pasado, ya que también dice que conforme nos alejamos hacia el oeste y sudoeste van disminuyendo los síntomas de sequía.
Y, ¿por qué esa bajada drástica y sustancial del nivel freático del suelo?
Parece ser que por las decenas de miles de metros cúbicos de agua que la empresa GERARDO DE LA CALLE evacuó al arroyo, rumbo al río Duero. De ahí la verdadera sequía, pero provocada por los hechos expuestos.
Por tanto pensamos que la Empresa GERARDO DE LA CALLE es presuntamente la única responsable de este desastre ecológico.
Por su parte el informe del Servicio Territorial de Medio Ambiente lo achaca a cambios continuos del nivel freático por la modificación de acuíferos y los movimientos de tierras realizados en los últimos años, sumados a la drástica falta de precipitación de los últimos meses.
Aclaramos que la “drástica falta de precipitación ..” que dice el Servicio Territorial de Medio Ambiente, para dar más importancia a la sequía, está mal expresado (recordamos que drástica significa según el diccionario que actúa rápida y violentamente), por lo que la sequía no se puede dar de un día para otro.
Pero ¿cómo va a ser la sequía una de las causas, si a 300 metros del lugar de los hechos, las encinas están verdes y robustas?
Por tanto, reiteramos que la Empresa GERARDO DE LA CALLE podría ser presuntamente la única responsable
Ahora respondemos a su informe publicado en el Diario de la Ribera:
Concertamos una entrevista para el día 22 de julio a las 4 de la tarde; pues bien, a las cuatro menos 3 minutos, llama por teléfono la secretaria, para decir que su jefe estaba de viaje, y que no podía atendernos. Al contestar que ya estábamos a la puerta de la empresa, ella nos atendió. Este hecho pensamos que es una falta de respeto y prepotencia, parece que es forma habitual de tratar la empresa a las personas, cuando le plantean problemas: como borregos.
La secretaria nos juró y perjuró, por activa y por pasiva, que no tenía ningún informe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, y al decirle que nosotros teníamos uno, nos pidió el nombre para solicitarlo.
Finalmente tuvimos una entrevista al día siguiente con dos de los jefes, de la cual extraemos:
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En ningún momento de la entrevista, ni en conversación telefónica posterior, se han querido vender nuestras tierras sino que queremos una indemnización por los daños ocasionados. La razón es muy simple, ¿qué beneficio sacamos? que se lo lleve Hacienda, pues si nos la comprara a precio muy superior al de mercado, pagaríamos un dineral por las ganancias obtenidas, en el apartado “Pérdidas y Ganancias Patrimoniales” de la declaración de la RENTA. Sin embargo, la empresa compensa esas pérdidas con otras ganancias; así, se iría de "rositas" como al parecer pretende, mientras que indemnizando por los daños ocasionados no puede hacerlo, y eso duele más.
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Nunca la empresa ha reconocido culpabilidad alguna, sólo ahora al publicarse en el Diario de la Ribera. Por lo tanto es muy difícil llegar a un acuerdo con ellos.
Dice la empresa que en el informe de la Junta no se señala un responsable único y directo, pero ¿piensan que el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, va a culpabilizar a la empresa?, pues si lo hiciera, deberían denunciar a los responsables de dicha empresa, ya que esto parece un delito ecológico provocado
Las fotos publicadas, y las que se irán publicando, pues hay muchas más, han sido tomadas la mayoría en agosto-septiembre pasado, indican cómo están actualmente las encinas del monte “El Montecillo”.
En cuanto a los últimos movimientos de tierras, estas fotos, tomadas en la tarde del 16 de septiembre de 2010, indican que son continuos y que la forma de actuar es siempre la misma: absorber el agua llevándola a un arroyo cercano con una bomba, acto que está prohibido por la ley, sin pensar en futuras consecuencias. Pero de esto hablaremos en próximos artículos.
Reiteramos nuestra petición seria y formal para que el Ayuntamiento, el cual es propietario de la cañada real, que también se encuentra afectada, y en particular su alcalde D. Jesús Sanz, debería preocuparse por la naturaleza y por Villalba de Duero, aplicando la legislación ambiental vigente.
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